El rap como refugio, legado y verdad
Entrevista a Pedro Araya Solar Dog Man: El rap como refugio, legado y verdad
Por Cynthia Paredes
Periodista licenciada en Comunicación Social
Pedro Hernán Yerko Araya Solar tiene 35 años, más conocido como «Dog Man», vive en la Población Corvi de Santa Cruz. Es padre de cuatro hijas -Constanza (15), Catalina (12), Fernanda (10) y Blanca (5), y aunque su historia podría estar marcada por la adversidad, su voz, sus letras y su perseverancia relatan algo mucho más profundo: un amor inquebrantable por la música y la convicción de que el arte puede ser una forma de reconstruirse y abrazar al mundo.
Criado por sus abuelos, Blanca Solar y Miguel Araya (a quienes considera como verdaderos padres), su madre es Nadia Araya, Pedro recuerda que su pasión por la música nació desde muy temprano:
“Mi padre era como el equipo musical de la población Corvi. Cada domingo sonaban sus boleros, rancheras y mexicanas a todo volumen. Gracias a eso descubrí mi amor por el canto”.
La primera vez que cantó en público fue en la escuela Luis Oyarzún Peña en 7mo Básico. A pesar de los nervios de esa ocasión que recuerda entre risas, esa adrenalina relata que aún lo acompaña cada vez que sube a un escenario.
Aunque creció escuchando música lejana al rap, fue a los 11 años cuando se enamoró del género. Hoy, con más de dos décadas de trayectoria, lo mezcla con salsa, cumbia y reguetón. Su propuesta artística es clara:
“Emocionalmente energía, amor y sinceridad musical. Todo lo que escribo es real”.

Pedro ensaya constantemente, ya sea en su local -la Peluquería Blanca Solar ubicada en el centro de la ciudad- en su estudio en casa o con la amplificación que ha logrado conseguir con esfuerzo a lo largo de los años.
“Antes de cada show vocalizo, respiro profundo, tranquilizo mi energía, me concentro y oro. Le agradezco a Dios por una nueva oportunidad”.
Una de sus canciones más especiales es ‘Aprovecha tu tiempo’, escrita en plena pandemia. Habla de sus hijas, de su ex pareja (Q.E.P.D.) y del poder sanador de las palabras:
“Ella creyó en mí cuando yo me sentía perdido. Un beso y un abrazo al cielo”.
Para Pedro, escribir sus propias letras es parte esencial de su identidad como artista:
“Es la base de todo. Así puedes explicar cada frase que alguien te pregunte. Cada estrofa tiene una historia”.
En el escenario, busca transmitir sinceridad, alegría, empatía, perseverancia y esfuerzo.
Pero la música, para él, no es solo expresión:
“Es liberar el alma. Escribir es el único momento donde soy yo, sin trabas”.
Las redes sociales han sido una herramienta útil, pero también un espacio complejo.
“Cualquiera puede sentirse artista por escribir un par de versos, pero ser músico es una trayectoria. No es instantáneo”.
Su sueño artístico es claro y ambicioso:
“Cantar en todo Chile y el mundo si Dios me lo permite, y llevar el nombre de Santa Cruz en lo más alto”.
Actualmente trabaja intensamente el género urbano, con colaboraciones junto a productores tanto de Santiago como de su tierra natal. Sus canciones están disponibles en Spotify y YouTube, donde invita a todos a conocer su historia musical.
En los momentos más difíciles, su motor son sus hijas.
“Quiero darles un mejor futuro, una vida con amor y estabilidad. Fui criado por mis abuelos, y deseo que mis niñas vivan otra realidad, llena de amor verdadero, no de amores desechables como los de hoy”.
Cuando le pregunto por una canción que lo representa en este momento, menciona sin titubear: Rap de la Puta Madre calle que me parió, de CHR, uno de sus referentes del rap chileno underground.
Y al final, cuando le pido que me diga qué le gustaría que la gente sintiera al escuchar su música, me dice con voz firme:
“Que disfruten las letras y, si alguna vez vivieron algo similar, les traiga recuerdos. Que revivan emociones. Porque eso, eso es vivir”.
Lo pueden seguir en su instagram: @timered77dogman

🎤 Dog Man : “Cuando escribo, soy yo sin trabas. Es el único momento donde mi alma se libera”.


