Salud mental, los efectos de la pandemia

PROYECTO FONDO DE MEDIOS  

“Educación, Salud y Medio Ambiente una estrategia para la prevención”

Sin lugar a dudas que unos de los efectos más notorios durante la pandemia y que hoy, pese a la apertura que hemos tenido, se ha desarrollado en distinta manera, ha sido la salud mental y donde las comunidades educativas con sus profesionales, municipios llevaron a cabo planes de trabajo para abordar este tema poco cubierto pero muy afectado.

Es posible que la pandemia de la COVID-19 cambiase mucho la manera en que vives tu vida, y esto supuso, en ocasiones, incertidumbre, rutinas diarias alteradas, presiones económicas, y aislamiento social. Quizás te preocupes por enfermarte, por cuánto tiempo durará la pandemia, por si tu trabajo se verá afectado, y qué nos deparará el futuro. El exceso de información, los rumores y la información errónea pueden hacer que te sientas sin control y que no tengas claro qué hacer y es aquí donde los equipos de convivencia escolar han tenido un rol fundamental.

Por esta razón nos contactamos con Valesca Bravo Bravo, Encargada de Convivencia Escolar del Colegio Manquemávida de Santa Cruz para conocer en qué forma han abordado estas problemáticas.

¿Cómo abordaron como colegio, la salud mental durante la pandemia con los estudiantes, padres, apoderados y docentes?

“Al paso de las semanas que se habían suspendido las clases, en marzo del 2020, producto de la situación sanitaria y decretado el confinamiento, la incertidumbre y angustia comenzaron a acrecentarse entre todos los miembros de la comunidad educativa, especialmente en estudiantes, padres, apoderados y profesores. Es así como se conjugó la ausencia de dos factores fundamentales para el bienestar socioemocional de las personas, como lo son la sociabilización y tener certezas en su día a día. Es por ello que, como primera medida, durante el mes de abril, fue preciso organizarnos de una forma completamente nueva para poder dictar las clases de forma remota, para ello se hizo necesario que tanto alumno, padres y profesores aprendieran a usar nuevas tecnologías, así como reorganizar los tiempos de trabajo conjugándolos adecuadamente con la vida en el hogar y considerando que estábamos en confinamiento.

Además de las clases online, que ayudó a las niñas, niños y adolescentes (NNA) a retomar rutinas, otra de las primeras medidas adoptadas fue brindar apoyo psicológico tanto a estudiantes como apoderados, esto fue realizado por los psicólogos(as) del Equipo de Convivencia Escolar y del equipo del Proyecto de Integración Escolar (PIE). De esta manera se retomó el apoyo psicológico con los estudiantes que con anterioridad estaban con necesidades emocionales transitorias o permanentes y al paso del tiempo también se incluyendo a aquellos alumnos que los profesores jefes derivaban al equipo de convivencia, dando cuenta de alguna necesidad emocional.

Otra medida de apoyo, que fue y ha sido fundamental, para cuidar la salud mental y el bienestar emocional de nuestros estudiantes fue el desarrollo e implementación del programa de desarrollo personal y social, el cual está conformado por los contenidos de la base curricular de orientación, base curricular de educación socioemocional y el programa de afectividad, sexualidad y género (CESI). Dentro de este programa se abordan temas como crecimiento personal, relaciones interpersonales, vida saludable, autocuidado, resolución pacífica de conflictos, desarrollo afectivo sexual, participación y formación ciudadana.

Paralelamente, fue necesario realizar talleres para padres, vía online para brindar apoyo específico según las características de la etapa del desarrollo de sus hijos y los factores de riesgo asociados al contexto sanitario y de confinamiento social, en los cursos en que se identificaron mayores necesidades.

Por otro lado, respecto al bienestar de los docentes, como colegio y equipo de convivencia escolar se realizaron diversos talleres de autocuidado, generando algunas acciones de mejora dirigidas al bienestar de los docentes.

Finalmente a fin de disminuir los niveles de ansiedad y angustia, a la vez en respuesta a las necesidades económicas presentadas por las familias de nuestra comunidad, fue necesario brindar diferentes ayudas a las familias que más lo necesitaban, como becas de mensualidad, cajas de mercadería, chips de compañías telefónicas para que los estudiantes pudieran acceder a internet. En la misma línea de apoyo una vez que volvimos a la presencialidad con aforo también se brindaron ayudas con el transporte para los estudiantes, ya que si lo recordamos, el sistema de transporte que existía previo a la pandemia, también sufrió alteraciones. Como colegio visualizamos la necesidad de brindar todos estos apoyos a las familias, a fin de asegurar el acceso a la educación y el bien superior de los NNA, ya que sabemos que la situación económica, de acceso a clases, el aseguramiento de una rutina diaria, son factores que generan un contexto de mayor o menor bienestar lo cual incide directamente en la salud emocional”.

¿Qué fue lo más complejo que vivieron como convivencia escolar durante estos dos años sin presencialidad?

“Las problemáticas fueron variadas, en primer lugar no podemos dejar de mencionar la primera necesidad de aprender nuevas tecnologías para llegar hasta los hogares de nuestros estudiantes, reforzar la capacidad del internet que contábamos como colegio y/o brindar materiales como pizarras y otros elementos tecnológicos a los profesores para facilitar el desarrollo de las clases desde sus hogares en una primera instancia. Por otra parte, fue difícil para los psicólogos generar espacios de conversación con algunos estudiantes en donde éstos sintieran la confianza y libertad necesaria para abordar los temas que eran de su preocupación, esto ya que en algunos casos los estudiantes no contaban con espacios privados en sus hogares. Por lo anterior dificultó pesquisar casos de vulneración de derechos, que es algo que los colegios realizamos velando siempre por el bien superior de niñas, niños y adolescentes (NNA) según lo requerido a la normativa nacional.

Otro aspecto complejo fue ver como muchos de nuestros estudiantes comenzaron a tener hábitos que afectaron su bienestar, como uso excesivo de video juegos, alteraciones en sus hábitos alimenticios lo que en muchos casos derivó en el desarrollo de trastornos alimenticios, depresión y autolesiones. Nos tocó ver como esto ocurría en los hogares, empatizando con los padres que, aun tratando de hacer lo mejor posible, muchas veces el contexto excedía a su capacidad de manejo de estas nuevas necesidades de los estudiantes, en todo el contexto dado por la pandemia mundial que nos estaba aquejando”.

¿Tras el retorno presencial a clases con qué desafío se toparon en el aspecto de salud mental de los estudiantes y en qué forma lograron abordarlo?

“Lo ocurrido en el mundo respecto a salud mental, no dejó exento a nuestro colegio, ya la OMS señalaba que la cuarta ola de la pandemia correspondería a las afectaciones emocionales y de salud mental que traería consigo todas las características ya conocemos que trajo el contexto pandémico, por lo que pudimos constatar las afectaciones emocionales que causó en los NNA, presentando señales de angustia, ansiedad, crisis de pánico, trastornos alimenticios, así como alta irritabilidad, lo que tuvo al paso del tiempo incidencia en los problemas de relaciones interpersonales que los estudiantes comenzaron a presentar, siendo para esto último fundamental el abordaje que tienen los padres con estas situaciones de conflicto, de la mano por supuesto con las acciones que como colegio podemos direccionar. Asimismo en las primeras semanas nos tocó evidenciar la angustia que sentían los jóvenes principalmente porque en muchos casos su aspecto y contextura física durante la pandemia había cambiado y no habían tenido que sentirse expuestos a la opinión de otros al verlos, encubriéndose mucho tiempo a través de las cámaras apagadas durante sus clases. Esta vez tenían que enfrentarse a una realidad que no les hacía sentir cómodos.

En este sentido fue muy importante aumentar las horas de actividad física, disponer de una diversidad de actividades extracurriculares.

Por otra parte, luego de dos años sin clases presenciales y de forma regular otra dificultad con la que nos encontramos corresponde a la pérdida de hábitos de estudio y normas escolares.

Para lograr dar contención a las necesidades emocionales, fue necesario aumentar el número de psicólogos del equipo, incluir un nuevo rol de apoyo académico para lo que fue necesario contratar a una psicopedagoga que se unió al equipo de convivencia escolar, con lo cual se pudo mejorar el logro de los aprendizajes de los estudiantes y reforzar sus hábitos de estudios.

Asimismo visualizando las necesidades emocionales se modificó la carga horaria de los cursos asegurando una nueva hora de clases exclusiva para la aplicación del programa de desarrollo personal y social. De forma complementaria durante el presente año se ha implementado un plan formativo de resolución pacífica de conflictos para lo cual se ha formado una brigada de mediadores escolares y a la vez en conjunto con el equipo de gestión de nuestra institución se ha implementado un plan de mejora del clima escolar”.

En el aspecto de salud mental de los niños y niñas adolecentes, padres, apoderados y docentes ¿cómo han logrado contener el día de hoy todas las emociones explosivas que llevaban a los alumnos tras retorno presencial?

“Para el manejo de las necesidades emocionales, se han entregado herramientas a profesores a través de talleres y además de las acciones mencionadas anteriormente también se han realizado charlas dirigidas a los estudiantes y talleres para padres.

Sin duda los psicólogos han tenido un rol fundamental en la contención inicial de los estudiantes, pero también ha sido necesario realizar otras acciones complementarias entregando orientaciones de salud y bienestar emocional a padres y estudiantes, ya que todo lo que logremos como colegio será fruto del trabajo en alianza que es fundamental que exista. Cuando no se da la cercanía y cooperación de los padres la tarea que tenemos como colegio se ve interferida y muchas veces afecta al desarrollo integral de los estudiantes, ya que como lo establece la Ley General de Educación la familia es el primer pilar fundamental en la formación de los estudiantes y los establecimientos educacionales están para complementar esta formación.

Es preciso mencionar que producto del lamentable hecho de suicidio de un estudiante del liceo de nuestra comuna, se generó una fuerte conmoción en toda la comunidad educativa, por lo cual participamos como equipo en una capacitación de manejo preventivo del suicidio adolescente el cual se replicó con el consejo de profesores y equipo directivo, así como también se abordó con los estudiantes y apoderados considerando a cada las acciones que corresponden a su rol.

Otra área que ha sido fundamental para brindar a apoyo al bienestar emocional corresponde a uno de los pilares del bienestar socioemocional, que es la actividad física, para facilitar su práctica se aumentó las horas de educación física y se ha puesto a disposición del alumnado variados talleres extra programáticos.

En el año 2021 como colegio estuvimos realizando una evaluación integral que dispuso la agencia de calidad de la educación, lo que nos permitió visualizar las fortalezas y debilidades en los aspectos emocionales de nuestros estudiantes y del vínculo de éstos con los docentes de nuestra institución. Los resultados obtenidos fueron material de análisis, dándonos los lineamientos para plantearnos como colegio y equipo de convivencia escolar os objetivos a trabajar, a fin de mejorar el bienestar de los integrantes de nuestra comunidad educativa.

Otro factor fundamental para lograr abordar las situaciones que se daban y que pueden seguir ocurriendo hasta la actualidad, porque los efectos en la salud mental que ha dejado la pandemia aún están presentes, respecto a las emociones explosivas, es sin duda la correcta a adecuada aplicación de nuestro reglamento interno, esto ya que esta normativa nos ayuda a convivir de forma sana, respetuosa, inclusiva y democrática y cuando esto no ocurre de forma natural se deben desplegar acciones que ayuden a corregir estas conductas que afectan la sana convivencia”.

¿Cuáles son los desafíos futuros que tienen ustedes como oficina de convivencia escolar?

“Los desafíos tanto como las necesidades de nuestros estudiantes van presentando cambios a través del tiempo pero por ahora uno de los mayores desafíos corresponde a reforzar las estrategias de regulación de las emociones, así como también generar conciencia en los padres, madres y apoderados de la importancia de su cercanía y participación en las actividades de la comunidad educativa que han elegido para educar a sus hijos, múltiples estudios e investigaciones demuestra la incidencia directa en el logro de los aprendizajes el vínculo y alianza que logre establecerse entre los apoderados y el colegio.

Al mirar hacia la experiencia que nos deja los años anteriores, en pandemia, es posible observar un crecimiento y fortalecimiento de aprendizajes y relaciones interpersonales entre los miembros de los equipos de trabajo, pero sin duda siempre será un desafío seguir mejorándolos por su relevancia en el clima escolar, bienestar y salud mental de todas y todos”.

Este Proyecto es financiado por el Fondo de Medios de la Secretaría General de Gobierno y el Consejo Regional de O’Higgins

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